domingo, 12 de agosto de 2007

Pulpo a la gallega

Como me dijo una vez una amiga gallega, el truco para que el pulpo no se quede duro es cocerlo de la siguiente manera.
Poner a hervir agua en una cacerola bien grande con una cebolla pelada, unos granos de pimienta negra, una hoja de laurel, el corcho de una botella de vino y una moneda de cobre (puede ser la de un céntimo de euro).
Cuando el agua comience a hervir introducir el pulpo tres veces, ya bien limpio, agarrado por la cabeza y dejarlo cocer unos treinta minutos.
Por otro lado cocer unas papas.
En la fuente dónde lo vayamos a servir, poner una cama con las papas cocidas cortadas en rodajas, encima el pulpo cortado de la misma forma y rociar con un buen aceite de oliva, sal en escamas (también puede ser sal gorda) y pimentón de la vera.
Servir inmediatamente.


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